- El hachazo a los 3.5 billones iniciales, que quedan ahora en 1.75, genera reticencias entre el sector progresista, que lamenta la eliminación de la baja de maternidad pagada.
AGENCIAS. El «histórico» paquete de gasto social del presidente estadounidense, Joe Biden, sigue en el aire ante el escepticismo que ha provocado en el ala progresista de los demócratas la notable reducción de su costo a unos 1.75 billones de dólares respecto a los 3.5 billones iniciales, dejando fuera medidas como la baja laboral pagada por maternidad, que no existe en EU.
Aunque Biden celebró la propuesta como un ejemplo de la búsqueda de consenso, lo cierto es que partió este jueves a Europa para participar en la cumbre de líderes de G20 en Roma y la conferencia climática COP26 de Glasgow (Escocia), sin haber concretado este pilar básico de su agenda doméstica.
Consciente de la importancia de que sea aprobado por el Congreso, el mandatario se desplazó a primera hora de la jornada al Capitolio para defender el plan ante los legisladores de su partido y pedirles su apoyo.
«No creo que sea una hipérbole decir que las mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado y mi Presidencia serán determinadas por lo que pase la próxima semana», dijo Biden a los legisladores demócratas en la Cámara Baja del Congreso, según indicó a Efe una fuente conocedora de lo ocurrido en el encuentro.
Poco después, y ya en una intervención pública desde la Casa Blanca, el mandatario aseguró que este es «un acuerdo económico histórico» ante lo que consideró «un punto de inflexión» en Estados Unidos.
«Una propuesta que creará millones de empleos, hará crecer la economía, invertir en nuestra nación, y en nuestra gente para convertir la crisis climática en una oportunidad», recalcó.
- “PRAGMATISMO Y CONSENSO”
Biden ofreció una dosis de realismo y pragmatismo al defender el pacto. «Nadie consiguió todo lo que quería, incluido yo mismo (…) Hace tiempo que digo que el compromiso y el consenso son las únicas maneras de hacer algo grande en una democracia», sostuvo.
Pese al optimismo de Biden, varios destacados legisladores progresistas, como la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, han sido más cautos y han señalado que esperarán a leer con detalle el texto del acuerdo antes de dar su respaldo explícito.
En este sentido, la líder del ala progresista de los demócratas en la Cámara, Pramila Jayapal, advirtió que «ahora mismo hay demasiados votos en contra para que la propuesta sea aprobada hoy».
Por su parte, el senador y excandidato presidencial demócrata Bernie Sanders alabó de manera general el plan, pero remarcó que «claramente» tiene «grandes ausencias», entre las que citó la falta de la baja pagada de maternidad.
La ajustada mayoría de los demócratas en el Congreso, sobre todo en el Senado, obliga a Biden a contar con el respaldo unánime de los 50 senadores demócratas y solo puede permitirse perder un puñado de votos en la Cámara de Representantes.
- LUCHA CLIMÁTICA
El plan mantiene las inversiones en el clima y la educación infantil, que estaban previstas en el proyecto inicial de 3.5 billones de dólares, pero deja fuera una baja familiar y de maternidad pagada a nivel nacional ante las presiones del ala centrista de su partido.
En total, el paquete contempla destinar 555 mil millones de dólares a la lucha contra la crisis climática, especialmente a través de incentivos fiscales para el uso de fuentes de energía limpias.
Otros 400 mil millones se destinarán a la educación gratuita para los niños de entre 3 y 4 años, los dos años previos al ingreso a la escuela primaria, y 200 mil millones más permitirán ampliar un año más los créditos fiscales para los estadounidenses de menores ingresos que tienen hijos.
Suprime, sin embargo, la baja pagada de maternidad, después de haber reducido progresivamente sus propuestas; inicialmente eran de 12 semanas para equipararla a los estándares mínimos europeos, luego bajaron hasta solo 4 semanas, pero ni esto se conserva, finalmente.
- SIN MENCIÓN A MIGRANTES
Asimismo, elimina el plan de educación gratuita de dos años los centros de educación preuniversitaria y enfría también las expectativas de un plan de regularización para los migrantes indocumentados, ya que no lo menciona.
- SUBIDA DE IMPUESTOS MODERADA
Por su parte, la financiación del plan de gasto de Biden se basa en la imposición de una tasa del 15 % para las grandes empresas, dentro del acuerdo global de un impuesto mínimo internacional a las multinacionales.
Asimismo, se fundamenta en un aumento de un 5 por ciento en los impuestos para las personas con ingresos superiores a 10 millones de dólares y de un 3 por ciento adicional para las de más de 25 millones de dólares.
Grava, por otro lado, con un 1 por ciento la recompra de acciones por parte de las grandes empresas, mecanismo utilizado para elevar el precio de los activos.
Queda fuera, finalmente, la propuesta de aplicar impuestos a los multimillonarios que ganen más de 100 millones de dólares al año o cuyos activos estén valorados en más de mil millones de dólares, y que habría afectado a magnates como Elon Musk y Jeff Bezos.