- La Casa Blanca calificó este lunes de «inaceptable» el secuestro de cuatro estadounidenses el pasado viernes en Matamoros
AGENCIAS. La Casa Blanca calificó este lunes de «inaceptable» el secuestro de cuatro estadounidenses el pasado viernes en Matamoros y aseguró que está trabajando con las autoridades mexicanas para que los responsables rindan cuentas ante la justicia.
«Estamos pendientes del ataque y secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, México. Este tipo de ataques son inaceptables», manifestó en una rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La portavoz explicó que el presidente de EU, Joe Biden, ha sido informado del secuestro de los cuatro norteamericanos en Matamoros, Tamaulipas, considerado por ellos como uno de los estados más violentos de México.
Según Jean-Pierre, las fuerzas de seguridad estadounidenses están en contacto con las mexicanas y, además, el Departamento de Seguridad Nacional de EU se está coordinando con el Gobierno mexicano para hacer que los responsables del secuestro rindan cuentas ante la justicia.
El embajador de EU en México, Ken Salazar, se reunió este lunes en Palacio Nacional con el presidente López Obrador. No ofrecieron detalles del encuentro.
En otra rueda de prensa, el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, recordó que el Departamento de Estado recomienda no viajar bajo ninguna circunstancia a Tamaulipas.
Junto con Tamaulipas, los estados mexicanos de Guerrero, Michoacán y Sinaloa están catalogados con el nivel 4 de alerta por el Departamento de Estado, el más peligroso para los ciudadanos de Estados Unidos.
El FBI está investigando la desaparición de los cuatro estadounidenses y ha ofrecido una recompensa de 50.000 dólares por información que lleve a su liberación y al arresto de los involucrados.
Según la información facilitada por el FBI, las cuatro personas secuestradas cruzaron el pasado viernes a Matamoros en un vehículo con matrícula de Carolina del Norte y, poco después, unos hombres armados los asaltaron y los montaron a la fuerza en una camioneta tipo pick-up.
Según un funcionario cercano a la investigación citado por CNN, las autoridades creen que el grupo de estadounidenses agredido y secuestrado fue atacado por error y no estaba en México con fines criminales.