COMENTARIO EDITORIAL Por Dr. Jorge A. Lera Mejía
Un estado como Tamaulipas, ubicado en la punta noreste de México, que registra casi la mitad de los puentes fronterizos terrestres con EEUU, particularmente con el estado de Texas, que dispone de tres puertos, uno industrial especializado en fluidos petroquímicos, otro pluvial comercial, el último que será la plataforma nacional para la explotación del petróleo en aguas profundas del Golfo, 5 aeropuertos internacionales, el de Nuevo Laredo encausado para ser el principal Hub Logístico aduanero de México y América Latina, junto al puerto de Altamira predestinado a ser el principal Hub Logístico industrial del noreste conjuntando el corredor petroquímico y el corredor industrial automotriz que aglutina a Saltillo y Monterrey, todo lo citado se despegará al término de instalación del Puerto Seco y Aduana Interior proyectada para Ciudad Victoria, no puede más que pensar que Tamaulipas es el estado del comercio exterior nacional.
Si le agregamos lo citado, al hecho que Tamaulipas es el estado más poderoso en lo relacionado a la producción eléctrica del norte, a lo que se suma el actual desarrollo de 14 parques eólicos y 2 macro proyectos en puerta de energía solar, no puede dudarse ni un poco que Tamaulipas, además de ser la región más importante del Hub Logístico del comercio internacional, también ya es el estado energético por excelencia.
Por ello, no podemos aislar ese gran potencial de infraestructura, con el requerimiento de ampliación en Tamaulipas del conocido como «capital humano». Esto es, el despegue de la capacitación de los recursos humanos estudiantiles como la fuerza interior que acompaña por necesidad el crecimiento y el desarrollo, para que este sea sustentable y sostenible.
Lo descrito lo entiende, y lo reconoce bien, el rector de nuestra máxima casa de estudios, el Máster en Ciencias Dámaso Anaya Alvarado.
Por eso el nuevo rector ha estado recorriendo y visitando los 4 campus y las 26 facultades universitarias.
La más reciente visita fue en el sur conurbado, donde hizo importantes precisiones del papel que en esta nueva etapa tendrá la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
En el marco de su visita al campus sur de la UAT, el rector Anaya Alvarado tomó protesta al Consejo Consultivo de Vinculación de la Facultad de Ingeniería Tampico (FIT), donde reafirmó su propósito de impulsar alianzas con los diferentes sectores para que la casa de estudios sea punta de lanza en el desarrollo de la entidad.
“Queremos que la UAT participe fuertemente en el desarrollo del estado, no solo en lo académico, sino también en la vinculación; que seamos punta de lanza para poder generar nuevos tipos de empleos”, indicó el rector.
Sostuvo que el nuevo proyecto de la UAT busca que los estudiantes tengan mejores perspectivas de desarrollo cuando egresen de esta institución, y que, para ello, su administración está trabajando en ampliar los lazos de colaboración con empresarios y organismos de la entidad, así como con instituciones de educación superior del país y del extranjero.
Acompañado del Dr. Roberto Pichardo Ramírez, director de la Facultad de Ingeniería Tampico, el Máster Dámaso Anaya Alvarado presidió también una reunión con los miembros del Consejo Consultivo de Vinculación integrado por representantes de industrias, cámaras empresariales, colegios de profesionistas y otros sectores del sur de Tamaulipas.
Refirió que la UAT trabaja en su trasformación y apunta hacia una educación de excelencia, luego de subrayar que para seguir fortaleciendo la actividad académica es importante la vinculación con el sector empresarial.
En este vínculo con los más importantes empresarios estatales, se debe tomar en cuenta a la par de preparación y capacitación de los jóvenes universitarios, también la conocida como la «nueva cultura emprendedora», o sea, la nueva mística que se siembre en el ADN de los universitarios, no sólo para ser buenos trabajadores, más del uso intensivo de «mente de obra» y ya no, como de «mano de obra», a esta mística, le agregaríamos la mentalidad de ser emprendedores, empresarios y no sólo, empleados… ese es y será el futuro de Tamaulipas y de las nuevas generaciones de empresarios de los Hub Logísticos y de los corredores empresariales que estarán aterrizando al estado bajo el fenómeno del nearshoring o la relocalización industrial.
En este reto, deberán estar juntos y en la misma dirección las universidades, los tres órdenes de gobierno y, principalmente, las organizaciones empresariales…
